• Contagia, ¿no?


















Es inentendible el fenómeno del bostezo.
Este impulso hipotalámico, oxigenante y contagioso afecta tanto a seres humanos como animales. ¿Quién no vio el bostezo de perro dominguero, con lengua doblada y patitas estiradas?
A diferencia del estornudo, que a veces se queda varado en el tráfico de la sensibilidad, el bostezo es prácticamente imposible de cortar por la mitad. Una vez que empieza se tiene que desarrollar en toooodo su recorriiiiido laaaaaargo y leeeennn (aagwwhhh...mm..) to.

Pero que lindo cuando termina. Y más cuando se va, dejando los ojos empañados de sueño, de eñes y de zetas.

2 comentarios:

Tomás Grounauer dijo...

Leyendo tus palabras bostecé! Que no se malentienda.

esc dijo...

a veces no puedo bostezar, a veces me cuesta mucho(cuando tengo que hacerlo.